Mucha gente ha visto esas propiedades en internet, aquella que se anuncia en un precio notoriamente inferior a los demás y en el que solo hay una foto de la fachada del inmueble y ninguna del interior.

Este tipo de publicaciones generalmente son de inmuebles que se encuentran en remate bancario, esto quiere decir que se encuentran en litigio por parte del banco que otorgó el crédito para comprarlo y que no le fue pagado por lo que se va a juicio para cobrarse con lo que pueda obtener del valor del inmueble.

Esto es común y si uno es abogado litigante lo puede ver constantemente en los juzgados civiles.

Desafortunadamente hay muchas personas, incluso páginas de internet dedicadas a esto que quieren aprovecharse de la gente y ofrecen “vender” el inmueble y entregarlo desocupado mediante la entrega de un anticipo.

Hay que alejarse de este tipo de ofertas y evitar los riesgos innecesarios ya que nadie puede garantizar el resultado de un remate judicial, ya que solo se lo llevará quien sea el mejor postor.

Para lo anterior es importante aclarar que en el proceso de remate cualquier interesado puede asistir a la subasta, previa presentación del billete de depósito que cubra el 10% del valor judicial del inmueble en remate.

Si uno resulta ganador de la subasta, el verdadero problema empieza en ver como desalojar el inmueble de quienes son los deudores del banco, ya que ellos permanecen siempre en el inmueble hasta que un Juez ordena su desalojo.

Ahora bien, la ventaja de llevar adecuadamente este tipo de operaciones si está uno debidamente asesorado, es que se puede adquirir una propiedad con un precio del 30% al 50% inferior al valor comercial del mismo.